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Ayer a las 11:23 ·
Fuenlabrada, Comunidad de Madrid ·
YA TENGO UN BONSAI, ¿QUE HAGO AHORA?
En estas fechas es posible que como regalo navideño haya llegado a tus manos un Bonsái.
Felicidades, tienes en tus manos uno de los presentes más hermosos que te pueden hacer. También es muy posible que hayas ido de tiendas y te hayan llamado la atención esos pequeños árboles tan bonitos. Quizás hacía tiempo que los habías visto y, por fin, te has decidido a comprar pero ahora te surge la gran pregunta: ¿Qué hago ahora? ¿Cómo lo cuido?
Desde ya y antes de empezar te digo que si entras en el mundo del Bonsái te fascinara, te enganchara y llegara a ser para ti una forma de vida. Primero deberemos saber que no es lo mismo cuidar que hacer Bonsái.
Cuidar y mantener un Bonsái no es difícil, solo requiere información, paciencia, lectura y observación. Precisa cuidados, como cualquier ser vivo pero teniendo en cuenta que si te excedes en ellos podrían llegar a ser contraproducente.
Hacer un Bonsái es diferente y más complicado requiere mucha practica y experiencia, que conseguirás poco a poco con lectura, clases y cursos.
Como ya os he dicho es imprescindible conocer las características y cuidados específicos de la especie a la que pertenece nuestro bonsái, esto hará que tengamos muchas más posibilidades de mantenerlo con nosotros durante muchísimos años, y ¿por qué no? dejarlo en herencia.
John Yoshio Naka el mas celebre maestro de Bonsái dijo: “Nunca llegaras a ningún sitio, porque no hay donde llegar”. El bonsái no tiene fin, nunca está acabado. Por lo cual además de paciente y observador habrás de ser constante.
YA TENGO MI BONSAI EN CASA ¿ahora qué hago? - Muy posiblemente, el árbol nos llegara en unas condiciones óptimas a nuestros ojos. A los pocos días puede que observemos que pierde las flores (si las tenia), las hojas se marchitan, amarillean y caen, el árbol se ve decaído, etc.
En principio no debemos preocuparnos ya que debe aclimatarse a su nuevo hogar y es su reacción natural a los cambios.
Lo primero que debemos hacer es quitar, si la tiene, una especie de mecha de algodón que sale de los agujeros de drenaje. Esta se coloca porque en los establecimientos donde los tienen expuestos, generalmente los colocan sobre bandejas con agua llenas de piedras o sobre placas de corcho mojado y mediante dicha mecha absorben el agua. Esto puede provocar encharcamientos en el sustrato que se traducen en podredumbre de raíces y pueden llegar a matar nuestro árbol.
Si por el contrario nos llega en condiciones más o menos lamentables. Igualmente debemos tener paciencia y observarlo. Averiguar exactamente qué le pasa y tratar el síntoma. Si tiene frutos o flores quítalos para que no malgaste las fuerzas y se pueda recuperar con más facilidad.
SU UBICACIÓN - Ante todo, y sobre todo, los árboles son de exterior. Cierto es que depende de la especie (sobre todo las tropicales que no les gusta estar por debajo de los 10 ºC) nuestra climatología puede que no sea del todo lo adecuada para su cultivo ideal, por ese motivo deberemos procurarle unos cuidados y ubicación especial como podrían ser los invernaderos en ese caso. Si nos es imposible protegerlo del frío invernal en el exterior, lo colocaremos en una habitación fría, ventilada, cerca de una ventana con mucha luz y alejado de fuentes de calor, mantendremos cerca de él un recipiente con agua para crear un ambiente húmedo, pero nunca mantendremos el arbolito con un platillo con agua, a no ser que pongamos piedrecillas para que la maceta repose sobre ellas sin tocar el agua, para evitar que las raíces se pudran.
En el exterior lo colocaremos en una zona bien ventilada, muy iluminada, protegiéndolo del Sol del mediodía sobretodo en la época de máximo calor. Lo ideal sería que recibiera Sol matinal durante unas 4 o 5 horas dependiendo de la especie. Si solo le da el Sol por un lado, lo giraremos sobre su base sin modificar su ubicación cada semana para que reciba Sol por todos los lados haciendo que su crecimiento sea homogéneo.
EL RIEGO - Debemos regar siempre por arriba y en varias fases. En la primera fase humedeceremos ligeramente el sustrato, dejamos transcurrir algunos minutos y volvemos a regar, pero esta vez con más profundidad teniendo la precaución que el agua sea absorbida por el sustrato y no sea expulsada por los bordes de la maceta, volvemos a dejar un lapso de tiempo de unos 10 o 15 minutos y volvemos a regar hasta que el agua salga limpia por los agujeros de drenaje.
Regaremos cuando la superficie del sustrato este seca, también regaremos cuando observemos que el sustrato está separado de las paredes de la maceta o las hojas denotan decaimiento. No todos precisan la misma cantidad de agua ni soportan suelos secos durante poco tiempo, todo dependerá de la especie, de ahí la importancia de la información.
En el periodo estival es posible que tengamos que regar 2 o 3 veces al día en función de la especie del bonsái, su ubicación y el tipo de sustrato. En arboles de hoja caduca, durante el Invierno cuando no tienen hojas, el riego será mucho menor ya que la cantidad de agua a evaporar será mucho menor así como sus necesidades hídricas. Recordemos que se mueren más árboles por exceso de agua que por la falta de la misma. El pulverizado, jamás sustituye al riego. No debemos regar o vaporizar las flores ya que provocaremos su caída.
Alguien dijo que quien domina el riego, domina el Arte del Bonsái. En algunas escuelas de Japón, al estudiante se le entregan tijeras de podar al mes de su incorporación, pero tardan de 2 a 3 años para entregarles una regadera.
EL TRANSPLANTE - La mayoría de las veces observamos que nuestro bonsái tiene un sustrato arcilloso al que cuesta bastante absorber el agua y lo primero que pensamos es en trasplantar. ¡Atención!, puede ser un gran error. Hemos de tener presente que ese árbol ha estado durante varios meses en ese sustrato y si ha vivido hasta este momento, no hay motivo para pensar que no podrá vivir hasta la época adecuada al trasplante.
EL ABONO - Nuestro árbol precisa alimentarse y eso solo se podemos dar mediante el agua y el sustrato. Los sustratos que normalmente se utilizan para el Bonsái son inocuos es decir no tienen alimento y se lo administramos nosotros por medio del abonado. El abono químico puede llegar a quemar las raíces por lo que debemos respetar siempre las dosis recomendadas o reducirlas en caso de duda.
Este riesgo no existe con el abono orgánico sólido, aunque este deberemos sustituirlo cada mes o mes y medio.
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